el josué

Friday, September 25, 2009

genios


Siempre he dicho que los alemanes han aportado mucho al mundo de las ciencias exactas, a la música, filosofía, etc. En general es gente muy analítica, racional y dedicada. Han dado al mundo descubrimientos e invenciones como la computadora, la teoría de la relatividad, el diseño industrial, algoritmos matemáticos y la lista es interminable. Con excepción de la burocracia y tal vez las finanzas, sólo se puede hablar de eficiencia en los procesos industriales, en sus leyes, sistemas de educación, etc.

Para darnos una idea de la influencia de aquél país en la Historia de la humanidad, basta con listar algunos personajes: Otto Hahn, Max Planck, Bernhard Riemann, Gottfried Leibniz, Carl Bosch, Hermann von Helmholtz, Joseph von Fraunhofer, Gabriel D. Fahrenheit... vamos, ¡hasta David Hasselhoff habla alemán!.

Sin embargo, he descubierto un problema en Alemania que ni el mismísimo Carl Friederich Gauß, uno de los científicos más brillantes que jamás han existido, hubiese podido solucionar. Me refiero a las filas en los super-mercados. (Bueno, tal vez podamos disculpar a Gauß porque en sus tiempos aún no existían, pero ¿qué decir de Albert Einstein, Gottlieb Daimler o Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun?).

Planteo:
En un supermercado se forma una fila de, digamos, 12 personas. Hay una caja registradora "Caja 1" abierta. Otras dos permanecen cerradas. La empleada de la caja en funcionamiento hace sonar un timbre indicando al personal de la tienda que se ha acumulado un número suficiente de clientes en la fila como para abrir otra caja registradora.
La pregunta es: ¿cómo deben distribuirse los clientes de la fila ya existente en la nueva fila (de la "Caja 2" (suponiendo que es la "Caja 2" y no la "Caja 3" la que se abre)) asumiendo que los clientes están numerados del 1 al 12?.

Yo no soy ningún matemático brillante pero para mí la respuesta obvia es:
Los clientes del 1 a n, donde 1 < n <= 12 (porque es plausible que ningún cliente decida cambiarse a la otra caja registradora), permanezcan en la "Caja 1" y el resto, en orden ascendente, se cambien a la fila de la "Caja 2", es decir, los clientes m al 12, donde n < m <= 12.

Pues no. Aún estemos en un barrio decente donde los clientes que frecuentan el supermercado posean estudios mínimos de bachillerato, se alinean de manera estocástica, es decir, al azar en la nueva fila, sin respetar orden alguno ni el hecho de que hay clientes que, según el sentido común, tienen derecho a pasar primero puesto que llegaron antes a formarse en la fila. Dicho de otro modo, en cuanto se abre otra caja registradora, la gente se amontona como si fueran a salir por la puerta de un avión en llamas. Aunque de hecho me interesaría ver el comportamiento de la gente en esta última situación.

No se, tal vez deberíamos todos recibir un curso de Ciencias de la Computación y estudiar el concepto de "Scheduling" (Planeación), Multi- y demultiplexación.

holgazanes


Aún sigo desempleado. Este es un "status" negativo en Alemania. A uno lo identifican de inmediato con los borrachos y holgazanes que rondan la estación de trenes mendigando algunas monedas para comprar cerveza barata. Por eso decidí que es momento de hacer algo "útil" con tanto tiempo libre (además después de haber recorrido los Países Bálticos y la Federación Rusa ya no me quedan ganas de tomar más vacaciones). Resulta que el Seguro Social en Alemania funciona, yo diría, demasiado bien. Explico.
Acudí a la Oficina de Empleos y les pedí que me pagaran unos cursos de programación en C#. El empleado se molestó un poco pero como no tenía idea de lo que le estaba hablando, fue fácil convencerlo con un par de argumentos y tecnicismos.
El primer día del curso procuré llegar 10 min antes de la hora. Exigían puntualidad en el contrato que firmé con el Insituto. Llegué, me senté. El tutor estaba en frente de mí, cada quien sentado frente a un computador. Esperé. Me pidió que esperara más. Se disculpó. Esperé más. 45 minutos más tarde comenzamos el curso. Lo primero que dijo (después de su nombre me parece) fue que podía llegar a la hora que yo quisiera, mientras no comenzara a llegar a las 11h00 o 12h00. Explicó algunas formalidades y hasta dimos un recorrido por las instalaciones. A las 14h00 me dijo que habíamos terminado y que podía irme o repasar unas cosas, "como quieras" - dijo.
A las 14h30 me fui.
El siguiente día llegué a las 8h14. Empezamos a las 9h05. El tercero llegué a las 8h31. Empezamos a las 9h27.
Hace dos días regresando de un descanso (uno de varios que ya me comienzo a tomar) le dije cínicamente al tutor:
"Oye, ¿no te parece que habemos mucha gente asocial en este lugar?"
- "Mmmmhhhh... ahi si no te puedo decir nada. Pero... tienes razón. Hay gente como tú que se interesa por el curso, pero hay muchos que están aquí porque los mandan, se aburren y solo desperdician su tiempo y el dinero del gobierno". - dijo.

Me quedé pensando en todas las veces que el tipo dice: "me voy a retirar 5 o 6 minutos y regreso", y se que regresará en 15 o 20 minutos.
El otro día me dejó solo todo el día (mi día es de 8h00 a 15h00). Argumentó que había una emergencia (así dijo el) y que se tenía que ausentar. Me quedé leyendo el libro y programando unos ejemplos.

Yo le dije una vez: "voy a hacer una pausa, voy a la cafetería por algo". Me compré una ensalada grande y 10 min más tarde lo vi atravesar el recinto donde yo degustaba mis alimentos. Me dio pena y regresé lo más pronto posible al curso (después de todo, soy el único alumno en la clase).

Asi, lentamente nos estamos agarrando la medida. El se retira y yo hago mis pausas.
El clímax de nuestra holgazanería, solapada por las Instituciones que brindan estos cursos y financiada por el Estado Alemán, llegó cuando en uno de sus retiros y en una de mis pausas nos encontramos en la calle que está atrás del edificio dando un "paseo". Yo lo había visto justo afuera del edificio fumándose un cigarrillo y decidí ir a la cafetería "a comprarme algo" (ya sabía que no llevaba dinero, pero quise probar suerte, tal vez vería a una polaca o ucraniana muy guapa que ya ubiqué en el tercer piso) para evitar encontrarlo. Como no llevaba dinero, decidí regresar al salón de clase, pero no sin antes darle la vuelta a todo el edificio para tomar un poco de aire fresco. En eso, vi al tutor que se aproximaba por el otro cateto del triángulo que formaban nuestras posiciones iniciales y la posición en la que nos encontraríamos.
Pensé en ocultarme entre los vehículos estacionados en la acera pero ¡qué diablos!, seguí caminando y cuando nos cruzamos de frente, sonreímos y le dije:
"¡Hey! ¿Dándole la vuelta al edificio para tomar aire fresco?".

Pocos minutos después nos encontramos en el aula y se apresuró a continuar con el curso.

Me pregunto, ¿quién es más holgazan? ¿el que deambula mendigando dinero para su licor o nosotros que huimos de la Programación Orientada a Objetos?

Friday, September 11, 2009

Povilas, where are thou?


No importa porqué ni cómo, tal vez en un ataque de locura, pagué una visita a los Países del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania). Y no es que los países, propiamente dichos, me hayan visitado ya en alguna ocasión. Sino que, por alguna extraña razón, había tenido contacto con alguna persona de esos países. He hablado con la mujer estoniana de un amigo mío mexicano. Tuve contacto por correo electrónico con una chica de Letonia que me pidió ayuda para ir a trabajar a México (y digo "tuve" porque nunca le conseguí algo y al parecer no le interesa más el contacto conmigo. Cuando le pregunté que si podía conseguirme asilo o tan sólo conectarme con alguno de sus amigos en Riga, Letonia, para tomar una cerveza, sidra o café, me contestó que todas sus amigas (si, sólo se refirió a las mujeres) estaban casadas y ocupadas atendiendo a sus maridos e hijos y que era imposible - jamás - que tuvieran tiempo).
En alguna ocasión hablé con un chico de Lituania. (Antes de continuar quiero hacer énfasis en mi esfuerzo por evitar el uso del verbo CONOCER, dado que según la definición del Diccionario de la Real Academia Española, conocer significa "tener relaciones sexuales con alguien").
El nombre de aquél personaje es Povilas Mickevičius (con acento en la primera y segunda sílabas respectivamente) y lo traté por primera y única vez en Noviembre del 2003, a una temperatura ambiental de 3°C, en la estación de trenes de Ljubljana, Eslovenia (República independiente desde el 25 de Junio de 1991).
Aquella ocasión intercambiamos direcciones de correo electrónico. Mantuvimos el contacto durante casi 4 años escribiéndonos 1 vez al año. Cuando decidí ir a Lituania no vacilé ni un segundo en escribirle para proponer un encuentro y revivir aquellos viejos tiempos, ni tan viejos y sin siquiera tanto que revivir (después de todo sólo habíamos compartido, él, sus amigos y yo, 2 horas un frío almacén de maletas mientras esperábamos nuestros trenes).
Me llegó una respuesta automática indicando que esa dirección de correo electrónico no existía más. Lo creí muerto. Cuando estuve en Vilnius y conocí a gente en quien podía confiar, les encomendé la tarea de buscar Y encontrar a Povilas Mickevičius.

Seis días después recibí noticias de una violinista que conocí en aquél país del Báltico: "Josué, he encontrado varias personas con ese nombre, pero creo que éste podría ser" - a continuación un vínculo a una página de Internet. (Obviamente no escribió en español sino en inglés y aquí presento la traducción. Es necesario aclararlo porque existe gente que de verdad cree que Bruce Willis, Harrison Ford y Tim Allen hablan español, alemán o incluso polaco).

Amigas y amigos, les presento a Povilas Mickevičius. No ha muerto, está vivo y trabaja como agente de Bienes Raíces en Kaunas, Lituania (Lietuva, como la llaman ellos).

Link para ver a Povilas Mickevičius