el josué

Sunday, June 05, 2011

no todo lo que suena a español es kultur


Hay una estación de radio en Alemania (Funkhaus Europa) que se caracteriza por ser un canal cultural por donde se pueden expresar las voces de los migrantes radicados en ese país o alemanes de ascendencia extranjera. Se escuchan historias, música, debates. Puede llegar a ser interesante.

Sin embargo, en lo que se refiere a Música, "Funkhaus Europa" se ha convertido en un concepto, un costal en el que entra todo lo que suene diferente. Todo lo que suene a reggae, ska, cumbia, música balcánica, africana, etc. se transmite por esta estación. Me da la impresión que predominantemente se toca música latinoamericana o por lo menos con esos tintes.
Así he escuchado música que ni en un microbús de la Ciudad de México o en algún mercado de Cuautitlán Izcalli (lugar del que provengo) he escuchado, por el sólo hecho de estar en español.

Lo peor es que el radioescucha no avezado entiende esa música como cultura, foklore. Y los yuppies alemanes pueden calmar su conciencia, expiar su culpa de intolerancia.
"Yo escucho Funkhaus Europa, soy super, pero super tolerante. No soy racista y de mente super super abierta" - dirán algunos y otros más:
"O sea, yo soy super abierto y tolerante y me intereso por otras culturas del mundo. Mira esta canción que escuché ayer: 'Si mami, dámelo, dámelo. Si, si rica, rica. Muevelo. Si, si, mami, mami'. O sea...acá, yo, la migración, los extranjeros, las culturas, todo buena onda".

Ya por eso voy a mandar mis canciones a Funkhaus Europa, al fín que transmiten cualquier porquería que suene a idioma español. Sólo que tendre que cambiar las letras de mis canciones e incluir al menos una o dos palabras como:
Mami, rica, dámelo, cómetela, amigo, curvas...

casi becario



Un dia mi padre llevó una guitarra a la casa y dijo: "Tóquenla". Aprendí y la toqué. Como resultado de ello, el pasado mes de Mayo me contrataron para cantar unas canciones latinoamericanas en el Encuentro de Becarios del DAAD de Westfalia-Rhenania del Norte, Alemania. El DAAD es una organización alemana que otorga becas a estudiantes extranjeros con la intención de acoger futura mano de obra calificada procedente de países corruptos o pobres o peligrosos o desaparecidos o todas las anteriores, y alguno que otro exótico del G-8, y asi poder cubrir la demanda del mercado alemán, ya que este pueblo ya no se quiere reproducir. Y es que un hijo es mucha lata: cuesta muchísimo dinero, no deja dormir, quita tiempo que bien se puede invertir en practicar el snowboard o esquí sobre nieve en los alpes suizos, ir al gimnasio, ver la Champions League de fútbol, hornear pasteles o simplemente cuidar del jardín.

En plena presentación musical, entre canciones solté el siguiente chascarrillo:
"Como bien ya dijo la Rectora de la Universidad en este podium, no basta con saber ordenar una tasa de café, hay que aprender más alemán. A ver, ¿cuántos de ustedes pueden ordenar un Oberammergaueralpenkräuterdelikatessenfrühstuckskäse?".
Solamente la primera fila se rió (en la que estaban sentados, entre otros profesores, la rectora de la Universidad Tecnológica de Dortmund y el Vice-presidente del DAAD).

Hacia el final compartí con el público:
"¿Saben? Hace unos años apliqué para una beca del DAAD... pero no me la dieron. Y que bueno porque si no hoy estaría sentado entre ustedes aburriéndome y no aquí sobre este escenario cantando". Esta vez si entendió la mayoría y se rieron, excepto la primera fila.

Toqué Am Bm7-5 E7 Am y terminé mi trabajo.

Durante el último aplauso del respetable público se acercaron las autoridades de la primera fila y me regalaron una corbata color marrón muy fea y el Vice-presidente agregó:
"Siga asi de buen humorado joven, tal vez un día se gane una beca de nosotros".

No supe si debía reírme o asfixiarlo con la corbata.