el josué

Wednesday, May 20, 2009

¿será verdad?


Algunas personas me han dicho que me he "alemanizado", es decir, me he vuelto serio, analítico, reservado, etc. Yo siempre replico que lo que sucede es que simplemente he aprendido buenas prácticas e.g. cerrar la puerta de una habitación cuando la calefacción está encendida para eficientar el uso de energía. Y hoy sucedió un hecho que me ayudará en el futuro a refutar esa aseveración.

En el patio del edificio donde vivo discutían a gritos unos turcos. Aunque es probable que estuvieran viendo un partido de balonpié de la selección nacional transmitido en la televisión. Después de unos 24 seg de escuchar la discusión lo primero que me vino a la mente fue la frase: "¡Ya rifense!" - indiscutiblemente, una frase muy mexicana.

* rifar:
(De la onomat. rif).
1. tr. Efectuar el juego de la rifa.
2. intr. Reñir, contender, enemistarse con alguien.
3. prnl. disputarse (‖ contender).

Monday, May 18, 2009

conducirse en público


Decidí, por fín, tramitar mi licencia de conducir. No poseo vehículo automotor ni planeo comprar uno, pero son útiles de vez en vez para transportar cosas pesadas (dado que me mudo de casa tan a menudo no es mala idea).
Me informé, pagué todos los impuestos y cargos para comenzar con el proceso. Me citaron a las 18:00 hrs para tomar mi primera clase teórica (de 12 en total). Ahí viene un tipo, el de la foto a la derecha, y saluda.
Lo primero que pensé: "Elvis no está muerto y además habla alemán". En fín, se presentó como el instructor y comenzó a hablar, entre otras cosas, de los 1200 Euros que pagó por reemplazar el Filtro de Partículas de su auto y de que la falla ocurrió en un momento inoportuno puesto que iba a aplicar una prueba de manejo a un alumno.
Me pareció chistoso y hasta simpático el hecho de que contara con tanto detalle durante casi 20 min el infortunio. Después habló un poco (pero sólo un poco) sobre motores, sobre el panel en el interior del vehículo, aceite, etc.

Al siguiente día acudí nuevamente a la clase. Esta vez, sólo eramos 4 personas: una secretaria leyendo el periódico, el instructor (Elvis), un soldado que quiere obtener su licencia de manejo para poder iniciar con un entrenamiento para manejar un tanque de guerra y yo, un mexicano que quiere su licencia para mudarse de casa más cómodamente.

Elvis pintó un ejemplo en la pizarra, lo explicó 10 min y comenzó a quejarse de un estudiante que cometió un error por la mañana al frenar de manera súbita. Eso desencadenó una serie de relatos que me parecieron nuevamente chistosos. Sin embargo, después de 20 min me cansé y hasta comencé a molestarme un poco. El instructor continuó. Yo nada más escuchaba frases y palabras clave: Africa, animales, Unna, Essen, batallones y regimientos, tanque de guerra, aparatos radiocomunicadores, nuevos reclutas mayores de 25 años, Segunda Guerra Mundial, Rusia, campos de concentración... ¡gripe porcina en México!, medios de comunicación, etc.

"¿Qué es esto, "El monólogo con Elvis" o una clase de manejo?" - pensé. Me molesté porque me di cuenta que las clases teóricas no aportan casi nada al conocimiento necesario para aprobar el exámen de manejo. Sin embargo, lo mejor fue el cinismo del tipo al decir, tras mencionar nuevamente al estudiante que frenó súbitamente provocando una situación riesgosa: "Muchachos, por eso es importante venir a las clases y aprender la teoría, de otra forma suceden cosas como las de hoy en la mañana. Pero bueno, por hoy ya terminamos". Cerró su carpeta y todos nos fuimos a casa.

De ahí la importancia de saberse conducir en público, porque no es lo mismo manejar que conducir.

Thursday, May 07, 2009

de centenarios y hooligans


Se supone que esta es la centésima vez que publico (no estoy contando el "post" que hice para subir la foto de mi perfil) algo en este blog. Y para celebrarlo se me ocurrió contar la historia de cómo es que me enteré de que soy un "escandoloso y alborotador".

Me inscribí a un gimnasio (Fitness Studio como los llaman en "alemán") para hacer un poco de ejercicio de vez en cuando. Tenían una oferta irresistible y la tomé junto con un grupo de personas. Digamos 5 en total.
Una de las ventajas de este establecimiento, según la publicidad que enviaron a mi domicilio, es que no habría Body Builders ni "Raudis" y que todos los visitantes estaban obligados a usar camiseta para evitarle el asco a las mujeres de ver tipos sudorosos semi-desnudos.

¿Qué es "Raudi"? - pregunté a mis amigos. "Es una palabra usada por los abuelos para designar a los "antisociales"".
Me causó gracia. Al siguiente día fui a llenar la solicitud y salí feliz del lugar.
Una semana después recibí una carta que me informaba que el cupo estaba lleno y no podían aceptar mi solicitud y además que me avisarían si en el futuro había lugar.
Casualmente todas las personas que conozco que se inscribieron fueron aceptadas excepto yo. Entonces a alguien se le ocurrió pensar que basados en el nombre de las personas que se registraron, filtraron a la gente.

Yo pensé: "bueno, si no soy Body Builder, entonces soy... un ¡¡¡ANTISOCIAL!!!". Investigué y resulta que "Raudi" en realidad se escribe "Rowdy" y es una palabra inglesa que significa ruidoso, escandoloso, alborotador, hooligan - según la traducción del Merriam Webster Dictionary.

Después supe de un marroquí que tambien recibió una carta de cancelación siendo que se registró junto con su novia y a ella si la aceptaron.

Llegué a la conclusión de que no quiero asistir a un establecimiento que discrimina a la gente por su nombre. Me pregunto ¿de qué forma pueden ellos saber quien es un Rowdy o Body Builder sin siquiera conocerlo?. Tal vez su publicidad debería decir: "En nuestro gimnasio no hay gente rara ni extranjeros (de los indeseables)".

Finalmente a mi no me afecta tanto esta manifestación de discriminación y entiendo que sólo un grupo reducido de personas tienen esta filosofía. Sin embargo, quiero expresar con este texto mi inconformidad (aunque no logre nada con ello) porque si no lo hiciera entonces significa que estoy de acuerdo.

Si estoy de acuerdo en que los clientes deben respetar un código de conducta y que se les niegue el servicio al cometer alguna falta grave.

No se vale discriminar a "la banda". ¡Faltaba más!