el josué

Wednesday, December 19, 2007

el jimmi


Otoño de 1996. ¡Gooool! Estábamos practicando balonpie unos amigos y yo en la calle de Viena 2, 54766 Mexico, cuando de pronto se apareció una criatura llena de vida y en un ataque de emoción se acercó a nosotros y comenzó a perseguir nuestro balón. Nos pareció gracioso al principio pero, como vimos que lo quería morder y con ello provocar que la presión interna del mismo se igualara con la presión atmosférica, tuvimos que impedírselo. Tarea complicada, pues no paraba de correr tras la pelota. Comenzamos a patear al balón contra su cuerpo para ver si se espantaba, pero solamente le causaba mas emoción pues pensaba que seguíamos jugando con él.
Nos reímos mucho esa tarde pero se tuvo que suspender nuestra partida de balonpie porque simplemente era imposible jugar con la amenaza constante de perder el balón en las fauces de aquel animal.
Terminamos acariciando al perro y cuando ya nos despedíamos, el animal se nos quedó mirando y no sabía que hacer. Pues decidió irse conmigo y me siguió a mi casa. Durmió afuera. Al amanecer seguía ahí. Esa misma tarde volvimos a jugar y el volvió a interrumpirnos una y otra vez. La misma historia, se fue conmigo y durmió afuera. Al cabo de unos días mi padre dijo:
"Josué, dale al perro esta sopa que sobró. Oye, ¿y si nos lo quedamos?. Le ladra a los albañiles que pasan y como que "si da la piña" (i.e. "que impresiona"). A ver mételo".

Entró, lo bautizamos con el nombre de "El Jimmi" y no se volvió a salir* sino hasta 11 años después cuando tuvieron que sacarlo para sepultarlo.

Jimmi: no descanses en paz, donde quiera que estés sigue siendo tan alegre y loco como siempre.

*Debo mencionar que todos los días de su vida se salió con o sin permiso, pero siempre regresó.