el josué

Wednesday, May 28, 2008

en una calle de Alemania



Una señora con sus dos niños espera en la acera a que el semáforo para peatones cambie a verde. Un señor observa a la señora tratando de educar a sus hijos y decide no cruzarse la calle, por la que no transita ningún vehículo automotor ni de gasolina, diesel, gas, eléctrico o híbrido, para servir de ejemplo a los muchachos.

El señor espera. Es una calle de poco tránsito. De pronto el señor se da cuenta que nadie ha pulsado el botón del semáforo para solicitar el paso, se molesta y grita (mientras presiona el botón): ¡¡¡Mierda!!!

- Yo observaba todo esto mientras me cruzaba la misma calle a otra altura. -

Los niños escuchan el vocablo y voltean a ver al señor, ya para entonces, molesto.

Seguí mi camino y unos metros más adelante volteé a ver la escena nuevamente. Seguían esperando. Me perdí en una esquina y no terminé de ver que sucedió.

Me pregunto: ¿qué recordarán más los niños? ¿que el señor no se cruzó en rojo o la maldición?. O tal vez las majaderías que le ha de haber gritado la madre molesta al señor.

Creo que los niños observaron la escena y pensaron: "¡Pero que tontería! este señor se enoja, mi madre le grita groserías y nosotros aquí parados como estúpidos esperando a que se ponga el verde para cruzar una calle totalmente vacía. ¿No sería más fácil atravesarnos sin pena como aquel moreno?"

Sunday, May 18, 2008

$192 de cambio



En la cafetería de alguna Universidad del DF, México.

Estaba leyendo un libro con un pan en la mano y una tasa de té. Mi lectura se vió interrumpida cuando un estudiante de preparatoria llegó a la cafetería y pidió un chocolate “Snickers”. Como el empleado se estaba comiendo una torta y aún masticaba no podía hablar. El estudiante, mientras el empleado sacaba de la vitrina el chocolate, le preguntó:

“¿Si tendrás cambio?” - mostrándole un billete de $200 pesos mexicanos.

Entonces el empleado hizo un gesto de reprobación, pero como aún no podía hablar esperó un momento y siguió masticando. Y es que se había atascado el hocico con su torta de tamal. Siguió masticando hasta que hizo otra seña indicando que el niño debía esperar un momento a que terminara su bocado. Se desesperó el empleado y haciendo a un lado con la lengua el bolo alimenticio que tenía en la boca, movió los labios de tal forma que se pudo leer:

- “No mames”

Estuve a punto de explotar a carcajadas.
Discutieron un poco y finalmente si le alcanzó el cambio al empleado y el niño se fue con su chocolate y sus $192 de cambio en monedas y billetes.

Wednesday, May 14, 2008

caminos (wege)


Después de una larga pausa (sobre todo porque estuve en México 4 semanas), aquí regreso con unas líneas. Estoy llegando otra vez al punto en que la vida que se me asignó cambiará de rumbo. No estoy seguro de lo que voy a hacer e incluso ni siquiera hacia dónde me dirijo. Pero quiero citar dos frases que me dijeron dos personas que aprecio mucho.

"Los caminos desconocidos son los que te llevan más lejos".

"Si no sabes qué hacer por lo menos párate mirando hacia donde quieres ir, para que si alguien o el viento te empuja, te acerque un poquito a donde vas".