el josué

Thursday, February 12, 2015

zapatos apretados

Dice un dicho mexicano "A fuerza, ni los zapatos entran". Yo creo que el que lo dijo por primera vez nunca estuvo en Alemania. Porque aquí, sí entran aunque sean apretados. Siempre creí que los alemanes eran muy sabelotodos y siempre tenían razón. De algún modo, es cierto. Cuando tengo una duda sobre algún dato, por ejemplo si olvidé los primeros 20 decimales de "Pi", le pregunto a cualquier alemán y me dice:
"No estoy completamente seguro pero creo que son...3.14159265358979323846"
Sin embargo, ya después de algunos años en este país, he comenzado a ver las fallas en la maquinaria alemana. No es cierto que lo saben todo y no es cierto que siempre tienen razón. Eso no significa que lo acepten y que uno se salga con la suya.
La gota que derramó el vaso después de 10 años fue la siguiente situación.
Iba en el bus de camino al trabajo. El 80% de las veces tomo el mismo bus. En una de esas ocasiones, timbré para anunciar que quería bajar en la estación habitual. Timbré y timbré y el autobús siguió su camino. Me acerqué al chofer, que era mujer, y le pregunté porqué no había parado donde le indiqué. Ella replicó:
"Yo nunca paro ahí porque ahí no hay parada, y por eso pregunté por el altavoz si alguien quería bajar ahí".
No escuché el altavoz del autobús porque traía audífonos.
Yo: "Pues no escuché su pregunta, sin embargo, yo he tomado esta misma ruta en, por lo menos, 200 ocasiones y siempre han hecho parada ahí. Además, entonces ¿para qué existe el timbre si no le hace caso?"
La mujer chofer no sabía que decir a mi argumento, su programa arrojó una excepción y entró en un bucle "loop" infinito:
"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
...
Entonces le dije fuerte y claro: "Claro, siempre son los demás los culpables, ustedes nunca".

"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
"No sé, pero yo nunca paro ahí. Por eso pregunté si alguien quería bajar ahí"
Seguía diciendo la mujer chofer.

Me bajé en la parada siguiente, sonriente, consciente de que había ganado una batalla. Los había expuesto, aunque nadie lo haya notado. Yo gané.

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