el josué

Friday, May 18, 2012

nada es lo que parece



Una vez, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, inclinado sobre un viejo y raro libro de Ingeniería de Audio, leía sobre el oído. Quise compartir mis elocubraciones en este blog.
La percepción del sonido en el cerebro es un fenómeno muy complejo, casi metafísico. Un aspecto que me llamó la atención fue la aprehensión de la distancia de un fenómeno auditivo. Explico. Para determinar la distancia de un fenómeno acústico, digamos, una persona cantando dentro de una iglesia, el oído emplea básicamente los cambios de volúmen y espectro de frecuencia.
Sin embargo, también juega un papel importante la experiencia y expectativa de la persona. Así, al aire libre, las fuentes de sonido nos parecen mucho mas cerca de lo que en realidad están. A más de 3m este error de percepción se incrementa hasta que por ejemplo, a 10m de distancia, la fuente de sonido parece estar a sólo la mitad de distancia.
El susurrar nos parece mucho más cerca y los gritos más lejos de la distancia real a la que se generan.
La vista corrige en parte este fenómeno. En Audio, se distingue entre "Evento sonoro" y "Evento auditivo". El primero es la generación del sonido en sí, el segundo es el fenómeno auditivo que ocurre en nuestro oído, desde que las ondas sonoras llegan al pabellón auricular y hasta que nuestro cerebro las interpreta.
Análogamente el ojo también ve lo que "cree" que ve, o mejor dicho, ve lo que puede ver, incluso, lo que "quiere" ver. Nunca lo que ES.

Mi conclusión es que es verdad que percibimos la realidad como queremos y no como es. Antes de emitir un juicio hay que tomar en cuenta que nuestros sentidos nos juegan bromas macabras a todo momento.

“Es un visitante a la puerta de mi pabellón auricular
queriendo entrar. Algún onda sonora visitante
que a deshora a mi oído quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

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