Tuesday, June 26, 2007
bebidas adulteradas
Un día mientras desayunaba completamente sólo en la cocina de mi WG en Dortmund recordé una de las mejores bromas (una de tantas) que le he jugado a mi hermano mayor, Rubén. Consistió en intercambiar café frío sin azúcar por Sangría (un refresco delicioso de sabor uva producido en México). Ya lo había regañado mi madre en repetidas ocasiones por tomar directamente de la botella. Ese día regresó de jugar balonpié. Eran las 14:36 hrs, temperatura ambiente 29°C. Rubén dejó su maleta en el pasillo y fue a la cocina. El café sin azúcar tenía ya varias horas enfriándose en el refrigerador. Mi hermana Silvia y yo esperábamos ansiosos el momento en que la broma se consumara. Ella lavaba en la cocina cuando Rubén abrió la puerta del refrigerador. Silvia tuvo que contener sus ganas de reír y de llamarme para que pudiera presenciar el efímero espectáculo que estaba a punto de comenzar.
Silvia relató después que el deseo podía verse en los ojos de Rubén al contemplar, casi con lujuria, esa botella, de lo que él creía que era Sangría, fría en el refrigerador. (Además el contenido era suficiente como para pensar que bien se podría agotar con un par de tragos directamente de la botella). No lo dudó ni un instante y abrió la botella con desesperación vaciando casi todo su contenido de un solo golpe en su boca. Está de más decir que él esperaba una avalancha de frescura en su esófago, y que en lugar había desatado un infierno de sabor.
Mi hermana estalló en carcajadas al verlo escupir con una cara de asco. Yo me encontraba en mis aposentos, sentado en posición de flor de loto, meditando. Esbocé una sonrisa cínica, casi maldita, al escuchar el grito: "¡¡¡Josué!!!". Sabía que se había consumado la broma, que el tiempo había llegado para recompensar al que persevera y es paciente.
En mi departamento, donde vivo solo, he puesto un cartón de leche medio lleno de agua esperando que algún día, en un descuido de mi memoria, caiga en mi propia broma.
Addendum:
Leyendo esta historia me hizo recordar que tiempo atrás, en otro apartamento en el que viví con alemanes, sucedió algo parecido. Yo estaba en la cocina comiendo un pan o tal vez sólo tomando agua, porque en ese tiempo sólo comía lo indispensable. De pronto, Chritian, un compañero del apartamento, llegó y comenzó a preparar su desayuno con gran detalle y paciencia. Se sentó a la mesa, dispuesto a degustar lo que había preparado, incluyendo su café. Había incluso traído el periódico. Le dió un trago a su cafe mientras leía la noticia de que Rudi Völler había pasado a ser el Manager de Bayer Leverkusen. Todo normal. De pronto hizo una mueca, algo le sabía extraño. Probó y olió los huevos que había preparado, el pan, le dió otro trago a su café. Fue al refrigerador a revisar la fecha de caducidad de la leche, todo bien. Finalmente, se sentó a la mesa nuevamente y probó con el dedo meñique lo que él pensaba que era azúcar. Hizo una cara de repugnancia y gritó: ¡Daniel! Se había consumado la broma, yo lo había visto todo. Fue una bocanada de frescura saber que ésos jóvenes, por muy parcos y secos que parecieran, tenían sentido del humor. La verdad no lo esperaba.
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1 comment:
Jajajajaja buenisima la broma/leccion
Tienes un blog bastante interesante, me agrada, lo tende que recorrer por completo ahora como buena obsesiva-compulsiva que soy.
Saludos desde otro pueblo de un poco menos de 1 millon
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