Pues que me lanzo al circo por invitacion de la mamá de Sara. Si, aquella Sara que de alemana solo tiene el pasaporte. Y pues nos divertimos mucho. Lo curioso fue que los alemanes aplaudian con ritmo, diría yo a una frecuencia de 2.5 Hz. Los payasos no se llevaban carretadas de aplausos sino lotes perfectamente calculados y controlados. Además me sorprendió un cartel a la entrada: "Instrucciones para reirse" (je je je... a lo mejor no fue tan grave... pero me gusta tirarle carrilla a los alemanes).
1 comment:
te inventaste lo de las instrucciones verdad??? jiji
Pues acá en Mexicalpán ya ves que hasta piden la mano en el circo!! Pura emotivida' de la buena!
=9
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